CINE A LA PLAZA: PATRULLERO 777

11540983_10152941198937547_1488542334_nContinuando con la proyección de películas mexicanas, este martes 16 de junio a las 7:00 p.m. en la Plaza Principal de Puerto Colombia se proyectará un filme de Cantinflas, Patrullero 777.

El patrullero 777 es una película mexicana estrenada el 27 de abril de 1978. Fue el penúltimo trabajo del cómico mexicano Mario Moreno Cantinflas en donde hace una crítica tragicómica de la policía y la sociedad mexicana a principios del sexenio de José López Portillo. El personaje del patrullero 777 apareció por primera vez en El Gendarme Desconocido, y reapareció en El bombero atómico. Esta película concluye la trilogía, aunque la única conexión entre los tres filmes es el patrullero en sí.

Con un personaje altamente moralizador Cantinflas arremete con una serie de escenas débilmente conectadas a un tema central con el desempeño policial en México y la percepción social que de éste se tiene. Destacando ciertos tópicos de la actualidad de entonces Cantinflas convierte esta película en una de sus comedias más crudas sobre la realidad nacional.

Diógenes Bravo (Cantinflas), es el Patrullero 777, miembro de la policía capitalina que recorre las calles de la ciudad con la intención de prestar un servicio a la sociedad. Es un personaje destacable dentro del cuerpo de policía ya que es uno de esos elementos que no está contaminado por la prácticas viciosas de los compañeros que acostumbran a recibir “mordidas” de los ciudadanos con la intención de que no los consignen por las faltas que cometen.

La historia es una serie conectada de situaciones en la que aparecen diversos personajes en circunstancias en las cuales el patrullero 777 puede aplicar la ley con un alto sentido de la honestidad con mayor o menor suerte. De todas estas subhistorias que conforman la película hay una historia central que tiene una continuidad sólida y es aquella en la cual el patrullero se ve inmiscuido con una banda de narcotraficantes que, además, explotan a un grupo de muchachas de la vida alegre entre las que se destacan “la Clarines” (Ana Bertha Lepe) y “la Pingüis” (Valeria Pani). Al final de la película el patrullero y su pareja policial “el cabo” Julio Alejandro Lobato atrapan a la banda con la ayuda de estas dos chicas.

Hay muchas otras historias que en el transcurso del filme van exponiendo los vicios de la sociedad de principios del lopezportillismo como las carreras de alta velocidad que los juniors capitalinos efectuaban en plena vía pública y que termina en desgracia, y el robo en una fiesta de la alta sociedad. Hay otros pasajes tan cómicos como incidentales como aquel en el que patrullando en la noche se detiene a dar una serenata, o cuando atiende un caso de violencia doméstica en el cual tiene que salir corriendo antes de que la señora de la casa (Ofelia Guilmáin) termine golpeándolo a él también, y hasta un intento de suicidio en el cual tiene que subirse a la cornisa de un edificio para capturar al suicida (Fernando Luján).

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